Entonces, de Morris Gleitzman (Kailas)

Ed. Kailas / Ficción / 300 págs.

SINOPSIS

Felix y Zelda vuelven a ser los protagonistas de esta experiencia, en la que dos niños intentan escapar de la persecución nazi y se enfrentan al odio de sus enemigos pero también encuentran la amistad y la generosidad más desinteresadas. 

En Una vez les dejamos cuando habían conseguido saltar desde un “tren de la muerte”, pero sus problemas no terminaron ahí. ¿Cómo podrán sobrevivir en una Polonia ocupada donde ni el mejor escondite en el campo parece seguro para seguir vivos?

MI OPINIÓN FUGAZ

Si hace unos días opinaba sobre el título Una vez, en esta ocasión tengo el enorme placer de recomendaros su segunda parte, Entonces. Honestamente, empecé este libro con cierto resquemor e inseguridad tanto por si no llegaba a la altura de su precedente como por el hecho de que haya pasado algo desapercibido. Nada más lejos de la realidad. Entonces ha resultado ser, para mí, una narración mucho más real y profunda que la anterior. Morris Gleitzman nos sitúa en escenas más crudas y consigue transmitir de manera efectiva el rechazo y el odio hacia el bando enfrentado y la compasión y generosidad hacia los iguales. Me ha emocionado de principio a fin y, una vez cerrado el libro, me ha dejado reflexionando sobre la maldad en el ser humano ¿es innata? Quizás es que estoy demasiado sensible ya que estos días me encuentro completamente sumergida en el tema con varias obras.

Por esta razón, sin desvelaros más detalles que los que encontraréis en la Opinión Fugaz de Una vez, os dejo aquí la sinopsis de este libro y os recomiendo con el corazón que os hagáis con la historia de Felix y Zelda. Una vez empecéis el libro no volveréis a cerrarlo sin terminar la historia.

Lo mejor: si en la primera parte destacaba el personaje de Felix, en esta ocasión sólo puedo aplaudir la evolución de la pequeña Zelda. Sin palabras.
Lo peor: no he encontrado nada malo destacable.

FRAGMENTO DESTACADO

"- Felix -dice ella cuando deja de llorar-. ¿Vas a ser mi familia para siempre?

- Sí -le digo.

- ¿Te quedarás conmigo para siempre jamás? -dice ella.

Me paro a pensar sobre lo que ha dicho. Recuerdo cómo Mamá y Papá me prometieron que volverían a por mí algún día y nunca lo hicieron. Pero sé que querían hacerlo. Eso es lo importante de una promesa. Tienes que querer cumplirla.

- Te lo prometo -digo."

Con la colaboración de la editorial Kailas.